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La nueva norma sobre CDL preocupa a algunas empresas que utilizan la clase A

Perspectiva - 23 Lectura mínima

abril 17, 2024

En febrero, el gobierno federal aprobó una nueva normativa paraconductores comerciales que les obliga a recibir formación al volante con un instructor autorizado que utilice un plan de estudios aprobado por el gobierno federal. Estas nuevas regulaciones se están convirtiendo en una carga y causando preocupación para muchos empleadores que utilizan vehículos de clase A a diario, pero no son transportistas dedicados.

¿Cuáles eran las normas antes?

Antes de que la nueva normativa entrara en vigor en febrero, sacarse el CDL era prácticamente lo mismo que sacarse el carné de conducir normal. Los estudiantes recibían un libro de instrucciones para estudiar, hacían el examen y se ponían en marcha. Antes de salir a la carretera, los estudiantes tenían que pasar una inspección para asegurarse de que entendían todos los tecnicismos de la conducción de un vehículo de Clase A, pero la formación siempre ha sido relativamente sencilla.

El empleador impartiría la formación en la empresa y daría al estudiante un plazo para obtener el carné CDL. Mientras tanto, los estudiantes viajarían con otro conductor que tuviera su licencia CDL.

Ahora los transportistas deben registrarse como proveedores de formación aprobados por el TPR para formar a los nuevos empleados que deseen obtener una CDL. El TPR proporciona una lista de programas de formación conformes. Una vez que el estudiante complete su formación, la escuela archivará su información con FMCSA.

La carga para el empresario

La principal carga que se impone a los empresarios es el coste. Antes de presentarse al examen de CDL, los empleados deben estudiar en escuelas reguladas y seguir un curso. Estas escuelas pueden fijar sus propias tarifas y estructura para la formación, que puede costar entre 4.200 y 5.500 dólares.

Para las empresas de la construcción, los cursos de formación pueden durar hasta diez semanas, con la participación de los alumnos cinco días a la semana. Los empresarios deben pagar a sus empleados durante este tiempo fuera de la oficina. Antes, los empleados tenían la opción de recibir su formación en el puesto de trabajo y podían estudiar y hacer sus deberes durante los tiempos muertos o las pausas. El nuevo proceso de formación frustra tanto a los empresarios como a los alumnos, a pesar de las ventajas que pueda reportar la nueva instrucción.

El estudiante completará su curso, pero sólo podrá ser certificado una vez que tome su examen con el DMV. En el pasado, el examen era todo lo que se necesitaba. Los empresarios se preguntan por qué ahora es necesario que los nuevos empleados hagan primero un curso.

Las empresas más pequeñas, las más afectadas

La demanda de conductores CDL está en su punto más alto, pero las nuevas regulaciones federales hacen que sea más difícil para las empresas encontrar conductores cualificados. Anteriormente, las empresas más pequeñas ofrecían formación a los nuevos empleados; sin embargo, estas nuevas normativas están creando otro obstáculo para aquellos que quieren entrar en el sector del transporte por carretera o de la construcción. Los aspirantes a empleados ya no pueden salir a la calle y encontrar un empleador para recibir formación en el puesto de trabajo. Los interesados pueden verse disuadidos por el hecho de que ahora tienen que completar una formación de 10 semanas de duración.

Estas nuevas restricciones dificultan a las empresas la búsqueda de conductores de calidad. ¿Por qué? Es más probable que muchas personas elijan otra carrera si no les interesa una formación exhaustiva.

Con la demanda de conductores cualificados en máximos históricos, muchos empresarios consideran que ahora no es el momento de imponer tales normativas a quienes necesitan empleados con una CDL. La industria de la construcción, en particular, está sufriendo debido a los nuevos requisitos.

La nueva normativa ha obligado a las empresas que utilizan vehículos de Clase A a reestructurar por completo su formación en CDL. La contratación de nuevos empleados que no entran por la puerta con una CDL en la mano ha demostrado ser una lucha. Se ha convertido en un trastorno a nivel nacional y tiene a muchos empleados potenciales reconsiderando sus carreras. Con la situación del mercado tal y como está, los niveles de frustración son altos. Muchos creen que no es el momento de dificultar la incorporación de conductores cualificados a un sector ya de por sí vacante.

Aunque muchos empresarios se han anticipado a estos cambios, a algunos les resulta difícil adaptarse. Muchas industrias que utilizan vehículos de Clase A tienen tasas de rotación relativamente altas, lo que podría suponer aún más estrés para el equipo, ya que luchan por incorporar nuevos conductores para sustituir a los que se han jubilado o han elegido otra carrera profesional.

Por otro lado, algunas empresas consideran que, para los conductores experimentados que desean actualizar su carné, el curso es un buen repaso y beneficiará a su equipo. La principal preocupación es la de las empresas que necesitan contratar a varios conductores nuevos. Ellos se ven obstaculizados por la gran cantidad de tiempo que se necesita para tenerlos a bordo y operar de forma independiente sus vehículos de Clase A.

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